La misma debe ponerse por el llamado “ojo” (un agujero situado en la parte central de la cerradura). Las cerraduras de puertas tienen un origen simbólico relacionado a religiones y creencias; en el pueblo de Castilla, entre los siglos XIX y XX, se decía que las mismas hacían alusión al corazón de Jesús. En otras regiones de España se creía que las cerraduras eran un método de protección muy eficaz contra los malos espíritus y es por ello que se las podía ver en distintas catedrales e iglesias incorporando diversos detalles en su armado. Las cerraduras para puertas vienen en diferentes modelos y tamaños, como ya lo hemos mencionado, están las de bombillo, de combinación, de dos pestillos, de dos vueltas, e loba, de llave, de molinillo, etc. Comprar una cerradura no es una tarea fácil ya que de ella dependerá la seguridad de nuestro hogar, es por esto que cuando vayamos a adquirir una, no debemos fijarnos en su belleza sino en su resistencia y durabilidad.
Muchos se preguntarán cuáles son los modelos de cerraduras para puertas más demandados; tenemos dos tipos, el primero es el vinculado a las cerraduras residenciales, éstas son las manuales clásicas. Necesitan de una llave para poder abrirse y vienen en distintos modelos y acabados. Por otro lado tenemos las eléctricas y electrónicas que son automatizadas y utilizan tarjetas y teclados para digitar las contraseñas. Una vez que ya hayamos decidido cuál es el mejor modelo de cerradura para puerta, debemos tener en cuenta algunos consejos para su mantenimiento.
Por ejemplo, bajo ninguna circunstancia se deben utilizar productos como alcohol ni abrasivos para su limpieza ya que podríamos dañar el material de fabricación. Se debe utilizar polvo de grafito para lubricar la cerradura, nunca aceites lubricantes, y en caso de que no se tengan los productos adecuados, solo se debe emplear un paño húmedo.
Por último, decimos que las cerraduras para puertas del tipo electrónicas poseen algunas ventajas sobre las tradicionales, una de ellas es el uso de contraseñas, por ejemplo, en el caso de contar con una cerradura tradicional, se pueden hacer copias de su llave para ingresar a la propiedad, pero cuando se tiene una cerradura electrónica se necesita saber la contraseña que debe ser complementada con una tarjeta. En algunas ocasiones, estas cerraduras para puertas toman las huellas digitales o escanean la retina para dejar que el individuo ingrese al lugar.
Algunos modelos
Como hemos señalado anteriormente existen diversos tipos de cerraduras para puertas, una de las más conocidas es la cerradura a la vista, esta es todo lo contrario de la empotrada, posee un pestillo de media vuelta o fijo. Las cerraduras cilíndricas son aquellas con un cilindro “bombín” colocado en el alojamiento fijo; y por último tenemos las cerradura para puerta empotrada, la que como, nos imaginaremos, se instala dentro de las puertas de interior. Cada una de estas cerraduras necesita de una colocación especial ya que sus sistemas funcionan de manera diferente; cuando instalamos una cerradura para empotrar, por ejemplo, debemos tener en cuenta aspectos tales como la perforación, la altura de colocación, el eje de fijación, el acabado, y el cabezal, entre otras cosas. Si no tenemos demasiada experiencia en la colocación de cerraduras para puertas, entonces debemos consultar con un cerrajero o especialista en la materia.
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